La expansión de la acuicultura y el uso de nuevas tecnologías en el sector podría fortalecer la seguridad alimentaria a nivel mundial de forma sostenible. Este tipo de cultivo, que produce menos emisiones de gases de efecto invernadero que otras formas de producción animal, abastece ya la mitad de la demanda global de productos de origen acuático, pero hasta el 90% del total se genera solo en Asia.