ESTRATEGIA ARGENTINA
Escrito por: Carlos Wurmann G | Favio Rescia C

1 de marzo de 2024

Una Estrategia para desencadenar un nuevo esfuerzo para el despegue y desarrollo sostenible de la Acuicultura en el país.

INTRODUCCIÓN

Argentina dispone de innegables condiciones geográficas, ambientales, de recursos humanos e infraestructura para desarrollar una acuicultura comercial vibrante de gran jerarquía, mucho más allá de los límites que se han conocido hasta ahora. En el país se ha generado un nivel de conformismo oficial y empresarial que ha dejado pasar una extraordinaria oportunidad, la que ya está siendo bien aprovechada por países vecinos como Ecuador, Brasil y Chile.

Ellos generan miles de millones de dólares en el valor de sus producciones y, particularmente en Ecuador y Chile, exportaciones anuales cercanas o superiores a los U$ 7.000 millones anuales, ubicándose entre los principales productores mundiales de camarón y salmón cultivado, respectivamente. Al igual que en Argentina, en esos países también existen pesquerías extractivas importantes, lo que no ha sido óbice para haber incursionado en forma simultánea en los cultivos acuáticos con gran éxito

Entonces, cabe preguntarse: ¿Porqué Argentina ha desestimado hasta la fecha esta valiosa oportunidad de generar más riqueza, trabajo y exportaciones mediante la acuicultura? La respuesta no se hace esperar: Por actitudes y estrategias erradas que se han mantenido por décadas; por un inexplicable conformismo y por falta de visión de futuro, principalmente por parte de las autoridades y el aparato local de I+D+i. Algunos podrán argumentar que las condiciones macroeconómicas no han sido las más favorables para justificar esfuerzos de diversificación productiva; otros habrán encontrado alternativas de mayor interés, o también podrán comentar  que en fechas recientes se han inaugurado algunos nuevos proyectos de cultivo de trucha, pero el resultado final es que el país ha dejado y está dejando pasar una oportunidad mayor de diversificación productiva, desarrollo económico, regional y humano que ya no resiste justificación alguna, especialmente ahora, cuando comienza un proceso de liberalización económica que facilitará y premiará enormemente la innovación, especialmente asociada  a inversiones  y al trabajo en Provincias y a las exportaciones.

¿Qué se precisa entonces? Básicamente,  romper con las cadenas de este injustificable inmovilismo implementando ideas que permitan catalizar el demorado desarrollo acuícola argentino,  a través de las acciones que se describen a continuación en forma resumida.

Dadas estas consideraciones, el CIDEEA, Centro Internacional de Estudios Estratégicos para la Acuicultura ha decidido tomar la iniciativa de dinamizar el proceso de desarrollo de la acuicultura en Argentina, intentando catalizar el interés de los sectores privado y público, en el afán de incorporar al país a esta importante y hasta ahora descuidada vertiente productiva altamente promisoria.

DINAMIZANDO EL QUEHACER SECTORIAL

De momento no parecen existir condiciones para acercarse al Gobierno y pedirle que financie estudios ni planes de desarrollo y estrategias para el despegue de la acuicultura argentina, ni menos para que invierta en centros de desarrollo tecnológico. Sencillamente no parece haber recursos financieros, y por ahora la atención sectorial está puesta en rediseñar los modelos de gestión de las pesquerías extractivas.

Tampoco se aprecia ninguna visión renovada que a corto o largo plazo destaque a la acuicultura como un sector preferente para diversificación productiva ni para nuevas inversiones en el rubro. Esto llama la atención en un país con tantos contactos con Europa, con  fuertes conexiones culturales y económicas de interés común, y con numerosas empresas pesqueras de ese continente que han trabajado por años en el Atlántico Sur. Al parecer no se ha querido (o podido) convocar con éxito organizaciones de esos orígenes para que inviertan o transfieran tecnologías acuícolas para impulsar los cultivos acuáticos locales, cuando allí se han generado muchos desarrollos y tecnología para el cultivo y el procesamiento de productos pesqueros.

Nuevamente: ¿existen restricciones objetivas insalvables? O ¿falta información, liderazgo y/o capacidades de movilización para detonar un proceso virtuoso de despegue sectorial?

UNA NUEVA PROPUESTA PARA IMPULSAR LA ACUICULTURA ARGENTINA

Haciéndose cargo de estos conceptos y cuestionamientos, en vez de esperar el ejercicio de liderazgos estatales -los que si ocurrieran no se desplegarían en el corto plazo-para hacer despegar la acuicultura en el país se ha concluido que lo más efectivo debería ser dar ‘un golpe de timón’, y asumir un rol protagónico en la generación de un ambiente más propicio para impulsar los cultivos hidrobiológicos en lo inmediato.  

En este espíritu, el CIDEEA estima conveniente avanzar en Argentina con las siguientes acciones para comenzar a hacerse cargo de las primeras cuestiones relativas al nuevo impulso requerido para el desarrollo de la acuicultura en Argentina a la mayor brevedad:

  1. Identificar y convocar a una “Institución Ángel (IA)” local, de inclinación tecnológico-innovativa, para que encabece esta iniciativa con el apoyo del CIDEEA, con la promesa de convertirse en un importante líder sectorial en el ámbito local y latinoamericano, mientras y cuando  la acuicultura argentina alcance producciones destacadas.
  2. Implementar en conjunto con el CIDEEA, como proveedor de conocimientos, contactos internacionales y experiencia probada en cuestiones de acuicultura, un trabajo de tres etapas como el que se describe a continuación:

Etapa 1 – SISTEMATIZACIÓN Y PRODUCCIÓN DE INFORMACIÓN BASICA (Ejecutores: CIDEEA + IA)

a. Documento Estratégico  Fundacional (A elaborar y financiar por CIDEAA + IA)

Elaborar un documento básico que explique y detalle el Propósito y Visión de futuro del Plan, para exponer un camino conceptual cuyos principios y restricciones puedan ser compartidos por CIDEEA e IA como guía estratégica de las futuras acciones a emprender.

b. Oportunidades de mercado y tecnologías (Ejecutor: CIDEEA)

Describir las oportunidades de mercado, los modelos de gestión y los avances disponibles en las técnicas de cultivo de especies con las que se podría comenzar a desarrollar una ‘nueva acuicultura argentina  en plazos relativamente breves, de seguir las metodologías adecuadas.  En estos primeros afanes podría trabajarse con peces planos como el lenguado, el rodaballo, el ‘hirame’; con tilapia y pacú; con pez limón; con esturión de diversos orígenes para producir caviar; con mejillones y otros moluscos como ostras, así como con otras especies a explorar con detalle, para generar una matriz de información  atractiva referida a un universo productivo variado y con capacidad de crecimiento.

c. Condiciones Marco (Ejecutor: IA)

Elaborar documentación básica que defina las áreas geográficas y las condicionantes de gobernanza (legislación, regulaciones y similares) que enmarcan las posibilidades de inversión acuícola en Argentina en el corto y mediano plazo, agregando elementos generales que describan otros asuntos de interés como la disponibilidad de infraestructura, de redes logísticas, capital humano, condiciones impositivas, financiamiento, etc.

Estas actividades básicas iniciales no requieren de grandes esfuerzos ni inversiones, y podrían ser asumidos por las partes que las ejecuten, y si fuera indispensable, con financiamiento externo de dimensiones moderadas.

Etapa 2 – DIFUSIÓN Y CONVOCATORIAS (Ejecutores: CIDEEA + IA, financiación a convocar)

a. Contactos con Gobiernos

Deberán desarrollarse entrevistas con Gobiernos Provinciales pre-identificados así como con el Gobierno nacional, para intentar conseguir apoyo de los Estados para generar condiciones de gobernanza mejoradas y formatear eventuales beneficios que favorezcan las inversiones acuícolas y en labores conexas en sus fases iniciales.

b. Contactos con potenciales inversionistas nacionales y extranjeros

Deberán desarrollarse contactos directos con potenciales inversionistas nacionales y extranjeros

c. Seminarios de Difusión

Completados estos informes, se considera indispensable  realizar uno o varios seminarios de difusión presenciales y/o a través de internet, para atraer a posibles inversionistas nacionales y extranjeros., y ofrecer variados servicios de apoyo para la instalación de nuevos proyectos Sin perjuicio de lo anterior, también podrá parecer conveniente publicar esta documentación en forma escrita o a través de la red.

Por cierto, el estado del conocimiento actual no permite respuestas inmediatas a eventuales interesados en invertir en el rubro, y ciertamente todavía se precisará abocarse a resolver las principales incógnitas existentes, asunto que puede requerir de algún tiempo,…tal vez uno o dos años de trabajo previo, o quizás menos si se consigue atraer a empresas extranjeras que ya estén trabajando en el rubro en otras latitudes y dispongan de los conocimientos técnicos y comerciales del caso.

Etapa 3 – PROYECTOS (Ejecutores CIDEEA + IA + Otros a convocar, financiación a convocar)

a. Generación y gestión de facilidades prototipo (Ejecutores: IA + CIDEEA + inversionistas privados)

Como lo más probable es que cualquiera de las iniciativas recién mencionadas requiera de la adquisición de tecnología foránea, junto a labores de adaptación al medio local, se propone resolver estas cuestiones mediante acciones como las siguientes:

i.              Con la construcción/renta y operación de facilidades experimentales, con diseños y supervisión inicial del CIDEEA,  en las que validar las tecnologías disponibles y detectar los aspectos faltantes para emprender inversiones de orden comercial. Estos empeños podrían acometerse/financiarse conjuntamente con los inversionistas potenciales.

ii.             Mediante la firma de acuerdos de coparticipación con posibles proveedores de tecnología del extranjero donde los primeros proveen el ‘know how’, y la IA y CIDEEA comparten con ellos el valor de las ventas de estos conocimientos a terceros.

iii.            Convocando a instituciones extranjeras nacionales o multinacionales con vocación para apoyar la diversificación productiva y la innovación mediante fondos no reembolsables o bien en coparticipación.

iv.            Intentando interesar a inversionistas locales para que formen un ‘Club Acuícola’ donde sus socios cofinancien inicialmente el desarrollo y adaptación de tecnologías, estudios de mercado , etc., y luego compartan los beneficios de invertir en cultivos, bajo condiciones financieras favorables y siendo los primeros inversionistas productores del rubro, situaciones que serán especialmente ventajosas en comparación con quienes no participen de este esquema.

b.            Formación y Capacitación (Ejecutores: IA+CIDEEA+ Instituciones Extranjeras)

En acuerdo con centros de educación/tecnológicos extranjeros bien calificados en acuicultura  diseñar, adaptar y proveer los cursos de adecuación y perfeccionamiento para apoyar un proceso de desarrollo acuícola lo mejor estructurado posible, ofreciendo trayectorias académicas en materias de ingeniería acuícola y materias relacionadas, con una amplia visión de futuro y un direccionamiento que interpreten adecuadamente las nuevas tendencias tecnológicas y de gestión sectoriales que primarán en el horizonte previsible. Oportunamente, ampliarse hacia la capacitación laboral del personal de gobierno, de  empresas prestadoras de servicio y equipos y de  la fuerza de trabajo a varios niveles.

c.            Servicios a Terceros (Ejecutores IA + CIDEEA, financiación a convocar)

Adicionalmente, y para aprovechar las oportunidades que surgirán en diversas etapas del proceso de desarrollo sectorial,  incursionar en su momento, por si solos o en acuerdo con terceros, en la prestación de servicios de transferencia de tecnología, elaboración de proyectos de inversión y de evaluación ambiental, acompañar los procesos de instalación de nuevas empresas, realizar estudios de mercado, implementar sistemas de certificación de calidad y trazabilidad, evaluar y gestionar la salud de los cultivos para evitar la propagación de enfermedades tanto como proveer diversos insumos y servicios que requerirá la acuicultura argentina desde sus inicios, que por no estar disponibles, puedan generar cuellos de botella importantes que frenen la producción o la hagan inviable ( producción de juveniles y/o semillas; diseño y/o elaboración de dietas especializadas para los cultivos, provisión de servicios de ictiopatología, de laboratorio etc.).

Así, la institución ángel  (IA) que quiera incursionar y liderar en estas materias, dispondrá de un variado herramental para estos fines, y el nivel de compromiso financiero que obtenga dependerá del resultado de las gestiones que se realicen en las cuestiones anteriores y en asuntos complementarios.

RESULTADOS ESPERADOS

La gran y nueva directriz de la acuicultura nacional debería ser la vocación por las exportaciones. Esta premisa será la que definirá los niveles tecnológicos y volúmenes de producción  requeridos en esta nueva industria; los requerimientos de competitividad, de calidad, de regularidad de la oferta, etc., junto a las exigencias de gobernanza y sostenibilidad, de distribución espacial de las inversiones y demás asuntos sujetos a regulación.

La sola condición de contar con una ‘acuicultura exportadora’ ayudará a definir, a su vez, la mejor matriz de producción en materia de especies a cosechar y productos comestibles a elaborar; los países a que podría atenderse en los esfuerzos comerciales y los niveles de sofisticación requeridos a lo largo de toda la cadena de valor. En particular, surgirán importantes requerimientos de capital humano avanzado y de autoridades bien letradas en estas cuestiones, tanto como de personal capaz de desarrollar la I+D +i  que requiera esta industria, lo que refuerza la idea de encabezar el proceso de un ‘nuevo encanto’  con la acuicultura comercial, en coparticipación CIDEEA/IA , esta última con vocación tecnológica-innovativa que justamente pueda aprovechar esta oportunidad para posicionarse adecuada y tempranamente en la capacitación acuícola a todo nivel, y en la prestación de servicios de toda índole como los ya descritos.

La ‘visión empresarial’ de la acuicultura argentina es el segundo eje destacado que debería impulsar proyectos de tamaña mediano o grande, para dirigir a  esta industria hacia un futuro venturoso, aunque sin descuidar iniciativas de tamaño menor y carácter artesanal y/o familiar. Acá se hace referencia a las necesidades de inversión asociadas a proyectos de alta tecnología, de gran o media capacidad de producción y elaboración, y capaz de sostenerse por sí solos, después de impulsos iniciales favorecidos por algunas medidas promocionales que faciliten la creación de nuevos proyectos y los encamine hacia su mejor destino.

De generarse una dinámica como la descrita en los párrafos anteriores, e  identificado más especies que las recién mencionadas para diversificar la producción y  aprovechar al máximo las condiciones favorables del país,  Argentina debería estar en condiciones de producir y exportar varios cientos de millones de dólares en cuestión de dos o tres décadas de trabajo consistente; generar una importante industria de servicios de todo tipo, creando como mínimo unos 10.000 o más empleos permanentes, directos e indirectos.

UN BREVE RESUMEN

Argentina necesita con urgencia una ‘Institución Ángel’ (IA) local que encabece y catalice un proceso virtuoso de dinamización de las acciones y estrategias necesarias para asumir sus potenciales en los cultivos acuícolas, desarrollando una nueva e importante industria altamente competitiva, sostenible y volcada a las exportaciones. Ella debería ofrecer nuevos niveles de empleo y generar  valiosas inversiones y ventas al extranjero en diversas regiones del país, en base a una nueva visión de un quehacer empresarial de alta gama volcado al comercio exterior.

La experiencia y realizaciones pasadas del CIDEEA, Centro Internacional de Estudios Estratégicos para la Acuicultura, en la generación de una dinámica apropiada en estas cuestiones justifican por su parte su interés en encabezar los impulsos para desarrollar una ‘Nueva Acuicultura Argentina’ en combinación con una institución ángel (IA) local, en un momento de gran expectativa de liberalización de la actividad económica, y en el afán de romper el inmovilismo que ha relegado a esta actividad a un inmerecido e injustificable tercer nivel de importancia, cuando sus expectativas de crecimiento son verdaderamente interesantes y crecientes en el tiempo.

Argentina debe dar una verdadera oportunidad a su industria acuícola lo antes posible, esperándose que las iniciativas planteadas sean los elementos  catalizadores que permitan energizar procesos que hasta la fecha no han buscado los logros que deberían haberse planteado hace décadas, ni menos impulsado un proceso de crecimiento de alta trascendencia para el entorno provincial y/o nacional.

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